A propósito de algunas entretenidas discusiones con algunos de mis amigos, es que me animo a este post, dado que en una discusión y mucho más si es acalorada, cada uno busca salvar su punto de vista, no por que en sí crean que son dueños de la verdad, sino porque simplemente… a quién le gusta perder en una? Si muy aparte cada uno escuchara o mejor leyera el punto de vista de la otra persona, quizás veríamos hasta que punto puede tener razón.
En fin, todo comenzaba cuando cada uno por su parte intentaba animarme a celebrar cierta fecha (mi cumpleaños) y hacer algo diferente ese día, como ir sonriéndole a todo el mundo con la expresión “hoy soy feliz”, entre otras grandes ideas. Frente a ello yo les decía que eso me parecía algo bastante absurdo dadas las condiciones (trabajo en un lugar alejado y me toco tener gente nueva a mi alrededor), y que me parecería algo muy protocolar, pretender celebrarlo.
Claro, ellos argüían todo lo que habían leído alguna vez en sus tarjetitas de Hallmark o para hacerlo más actualizado en sus virtuales de Tu Parada o Gusanito (a todo esto agradezco todas las que he recibido), siendo estas razones las que siempre son atribuidas a este día de un año más de vida, al que se le crea un entorno mágico y encantado… a todo yo solo respondía sin tristeza ni nostalgia que es solo un día mas.
Y no es que sea el Grinch de los cumpleaños como sugería una encantadora amiga, solo que no me siento escaso de celebraciones como para celebrar este día o cualquier otro “importante” si las condiciones a mi alrededor no se dan, ya que estoy completamente convencido de que no se trata del día, sino de la celebración no refiriéndome por supuesto a bulla, fandango, mujeres que salen de una torta (también) o las garrafas de alcohol, me refiero a la sensación de estar con las personas adecuadas, en el lugar adecuado, o haciendo lo que te sientes llamado a hacer.
Son tantas las fechas importantes que nos perdemos de celebrar, que animo a todos mis amigos lectores a compartir tales fechas, a hacer un nuevo almanaque de celebraciones abierto a cualquier eventualidad de la vida, celebremos por ejemplo: el comienzo y final de una relación, la partida y la llegada de un amigo, el comienzo y fin de una experiencia laboral, en fin tantas cosas que van marcando nuestra vida, que son mucho mejores a tantas fechas que otros marcaron por nosotros. Eso si, y recalcando lo anterior, con las personas adecuadas y haciendo lo que les llame en el momento. Que cada celebración sea inolvidable.